Conversaciones útiles en el salón de belleza

Cuando nuestra cliente desea hablar (en ocasiones prefiere el relajante silencio), muchos son los temas que podemos tratar, pues la formación de la esteticista es muy amplia, sobre todo en lo que a conocimiento del cuerpo se refiere.

En IXI queremos ayudarte. Para ello, cada día de la semana, publicamos un tuit y cada domingo un post en nuestro blog.

Esta semana, deseamos recordaros una de las herramientas más importantes. La que mejora el ambiente en el que estamos y a nosotros mism@s, por dentro y por fuera:  la sonrisa ‘completa’.

Cuando miramos a una persona a los ojos y sonreímos, todo cuanto representamos se impregna de ese halo de bienestar, que se te devuelve… pues, por lo general, la otra persona, a su vez, te sonríe.

Un detalle: esa sonrisa, para que surta todo su efecto a quienes nos miran, ha de ser de una intensidad media (no una carcajada sonora) y real. La diferencia es que, con lo que llamamos ‘sonrisa completa’, los pómulos suben ligeramente el párpado inferior de los ojos y con la sonrisa forzada, el efecto visual es que enseñamos los dientes.

No sucede así en el propio organismo: diferentes estudios confirman que, aunque no tengamos ganas de sonreír, levantando las comisuras de los labios (con dos dedos, un lápiz entre los dientes o cualquier otro medio), nuestro cerebro recibe el mensaje y envía al organismo la orden de segregar serotonina, una de las llamadas hormonas de la felicidad, que además de bienestar psíquico, aporta salud y nos rejuvenece.

Todo lo contrario sucede con el enfado, el cuerpo crea líquidos corrosivos que van minando nuestra salud, nos van envejeciendo biológicamente y llenan nuestro cuerpo de inflamación y dolor.

La mejor compañía para esa ‘sonrisa completa’ es una respiración suave, consciente y armoniosa, que se logra fácilmente si la acompañamos de una postura corporal naturalmente vertical, en la que se alinea la cabeza con la columna vertebral y los hombros y paletillas  se ajustan en su lugar, para dejar ayudar a los pulmones a coger el espacio necesario para su importante misión.

Este es nuestro consejo para añadir, a la ‘Marca Personal’ de tu cliente: el efecto rejuvenecedor y ‘de Halo’ que aporta una buena respiración, la verticalidad natural y una amplia sonrisa.

Os deseamos que seáis muy felices y recordad: al levantarnos y acostarnos (y a partir de ahí, lo iremos haciendo, de forma natural, durante el día): respiramos, encajamos suavemente los hombros, ponemos la cabeza en línea sobre la columna… ¡y sonreímos!

Fotografía de Tiffany Terry, vía Flickr